sábado, 18 de junio de 2011

"Pater filio Superbi"

"Bueno solo y malo solo"

Un hombre bondadoso, esa es la primera impresión que viene a mi mente cuando recuerdo a mi padre. Fiel cumplidor de todos sus compromisos y obligaciones. Excelente jefe de familia. Con sus días buenos y sus días malos. "Viejo" como terminamos diciéndole por cariño y respeto mis amigos mas cercanos y sus hijos, fue un gran tipo. No lo digo solo por que sea su hijo, si no por que dejo una huella imborrable de decencia, de respeto, de honor por las valores mas importantes de la vida, por lo menos en nosotros sus hijos y en su familia,  e incluso en muchos que sin ningún vinculo ni interés ayudo a formar, en la conducta propia de los ciudadanos honestos, capaces y emprendedores que logran lo que se proponen con disciplina, respeto, paciencia y sabiduría.


Como esos pilares de las edificaciones que están ahi, inmóviles , pero que sin ellos, seria imposible construir otros pisos, y aunque lo saben todo pasan desapercibidos , pero siempre están allí, pendientes, con la sabiduría para acertar donde intervenir y cuando no. Con sus desaciertos y errores, con sus problemas y vicisitudes, pero con el firme propósito de criar un buen hombre, una buena mujer, que puedan formar una buena familia y que cultiven las mas hermosas relaciones de respeto, afecto y hermandad. Así es como creo fue mi padre.



Con las pasiones propias de un andino, nacido y criado entre las montañas y pie de monte, de hombre a caballo para el trabajo y jinete para la alegría, de familia unida y honorable, egresado de aquella escuela venezolana de comienzos del siglo XX, formado entre el cuaderno, la jornada y el libro; amante de la aventura escrita por la pluma de quienes le evocaban  recuerdos y convertían sus sueños de mitos y leyendas, en héroes del wester;  Amante del buen whisky, una cerveza bien fria  y la charla entre amigos. Formado para enfrentar retos, termino en un ambiente en el cual nunca en sus años de infancia soñó,  pero que recorrió con éxito y se gano el amor y respeto de la gente de otra tierra que no lo vio nacer, pero le sirvió para criar a su hijos y consolidar su familia y a la que sirvió con el mismo amor que le brindo a su esposa, hijos y amigos.


Y aunque nunca escuchamos rock and roll, ni montamos motos juntos, pude decirle cuanto lo amaba y cuan grande era mi admiración y respeto por el.  Y aun hoy sigue conmigo siempre, donde quiera que voy y en cualquier cosa que hago, siempre esta presente.  Aquel arrullo para dormir de "luna lunita cascabelera",  la emoción del aguacero reflejada en el "agua, pato carretero", la alegría de la cerveza o el whisky en un eufórico "Viva Páez"; con sus frases llenas de folclore y sabiduría, "si le gusta algo y la va hacer, apréndalo y hágalo bien, destaquese, esmerece..." Aquel hombre con aquella bondad es el mejor recuerdo que tengo de mi padre. A el debo en gran parte lo que soy, lo que he hecho y lo que me falta por hacer.

Dios bendiga a todos los hombres que actúan como padres y asumen su compromiso con la responsabilidad con que lo hacen quienes portan con honor el titulo.

Dios te bendiga viejo. Feliz Día Papá.


"¡Cuan gran riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de un buen padre!"     Juan Luis Vives

En honor a todos los padres. 
En especial a Rafael Alberto Saavedra Salas (1919/1986).








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