Jeanette Osal y Carlos Solorzano

El segundo es un muchacho, un hombre joven ya; que desde muy temprano ha cantado con ganas, con ese ímpetu que mueve solo a los jóvenes que están convencidos de que con pasión y preparación alcanzan lo que quieren; ahora desarrollando su carrera en Colombia ha logrado la aceptación y el cariño de ese publico que cultiva la misma emoción por la musica que identificamos como llanera, que tiene como símbolos el cuatro, el arpa el bajo y la maraca; y que no olvida su compromiso con su tierra y su gente.
Hoy, escuchándolos sentí vivo ese espíritu de venezolano y renové mis esperanzas de que tenemos ese potencial para convertir a este país en lo que siempre hemos soñado para nuestro hijos y nuestros nietos.

A los dos mi mas sincera expresión de amor, cariño, admiraron y respeto, con el compromiso de seguir promoviendo todo lo que hagan en procura de hacer sentir a quienes los escuchan ese paraíso en la tierra.
Comprometidos con ustedes a seguir empujando esa carreta que esta llena de sentimientos por nuestra tierra y cuya banda sonora incluye las voces de hombre y mujeres como ustedes que se esfuerzan a diario por hacernos sentir que juntos podemos.
Gracias por su amistad y por permitirme ser testigo de su éxito.