viernes, 27 de agosto de 2010
¡Che tipo di amici!
sábado, 21 de agosto de 2010
Sin música, la vida sería un error.
El canto de los ángeles, una obra de William Bouguereau (Siglo XIX), me inspiro a escribir estas lineas sobre la música que he titulado con esta frase de Friedrich Nietzsche
domingo, 20 de junio de 2010
Una cuestión de actitud
Ocurren hechos en la vida que te hacen identificar con personas que a lo mejor ni generacionalmente son parecidas a uno.
Generalmente pasa con personas mayores que uno, mas sin embargo aparecen algunos elementos que aunque más jóvenes demuestran que sus ideales y principios son como los tuyos. Y cuando digo que te identificas es por que compartes los mismos valores, y sus palabras y acciones, junto a los resultados te dicen que lo que has hecho, esta bien.
Hoy quiero hacer unos comentarios sobre un personaje en particular, que a pesar de conocer hace varios años, fue hasta hace poco que sostuvimos una conversación que se convirtió rápidamente en una relación de amistad sobre unas bases solidas, sentimientos y acciones que compartimos.
Cuando se escucha a alguien que arriesga todo por la salud de sus hijos y que además lo transmite no solo con palabras, si no que convierte ese amor por los hijos en amor por el prójimo, transformando su actividad en un apostolado por la ayuda humanitaria, no solo espiritual, si no mas bien integral.
Ciudadanos que se preocupan por mejorar a las personas que comparten su entorno no solo en sus actividades profesionales, comerciales; si no aun en ayudarlos a crecer brindándoles las herramientas necesarias para que cultiven los más altos valores morales, que al final los convierte en mejores personas y buenos ciudadanos.
Hace unos veinte años cuando iniciábamos las primeras emisiones de una señal de frecuencia modulada en Acarigua, se presento en las oficinas de la estación un muchacho que comenzaba a transitar el mundo comercial, recuerdo que vendía aquellos cuadros tridimensionales que eran toda una innovación para la época. Hicimos negocio y se fue.
Por razones estrictamente profesionales asisto a una reunión de trabajo con un comerciante reconocido como exitoso dentro de su ramo y me encuentro con este personaje, que además recuerda con satisfacción el hecho de que alguien sin conocerlo aun, le brindo la posibilidad de sentirse motivado a seguir haciendo lo que venia haciendo. De allí en adelante fue una conversación de esas que nadie quiere que termine, por lo anecdótico, lo positivo, lo llena de valores y cosas bellas como el amor por los hijos y el respeto por la familia; y por que nadie quiere que las palabras cuando te nutren, te enseñan, te motivan, terminen.
Este personaje de esta nota arriesgo todo su futuro comercial, sus ideales económicos, su tranquilidad, su juventud en parte, solo por recuperar algo que incluso sabiendo lo difícil que era conseguirlo lo soporto con ahincó, contando con el respaldo de una buena mujer y una mejor familia, pero apoyado en un inmenso respeto por Dios y una extraordinaria fe, de esas que hacen invencibles a las almas.
Es duro decirlo, como será vivirlo: transitar el primer año de vida de tu hijo en un hospital, fuera de tu ciudad, soportando las vicisitudes más duras, viviendo esas horas donde la incertidumbre a veces pareciera doblegar el espíritu, encontrando fuerzas para crear una fortaleza que solo el amor por Dios y por nuestros hijos puede construir; pero además ayudando a otros a ser mejores, brindándoles pequeños detalles , mostrándoles un camino limpio y transmitiéndoles esos ejemplos que salen del alma, que son los que llegan y se quedan en quien los recibe.
Estas palabras no tienen la intención de alabar, ni ensalzar al personaje protagonista, mas bien me sirven para que otros que también transitan el sendero del éxito y han recibido con meritos o no el apoyo supremo lo analicen.
Por que el hacer bien a los demás trae consigo el bien propio; el amar a los demás con la misma intensidad con que amas a los tuyos, solo devuelve el milagro de alcanzar lo que nos proponemos.
Así son los hombres que trascienden, así son quienes dejan huellas inalterables en sus hijos, que es mas importante aun, que dejarla a los demás.
domingo, 2 de mayo de 2010
El éxito.
A mis hijos Karela e Ybrahim Alberto. Con la esperanza que algún día puedan contárselo a Emma
El éxito no es algunas cosas.
No es fama , no es dinero y no es poder.
El éxito es despertar tan emocionado por lo que tienes que hacer, que sales volando por la puerta.
Es trabajar con gente que adoras.
El éxito es conectarse con el mundo y hacer a la gente sentir.
Es ver la manera de unir a gente que solo tiene un sueño en común.
Es dormirse sabiendo que hiciste todo lo que pudiste.
El éxito es dicha, libertad y amistad.
Y el éxito es amor.
Aferrense a sus sueños y nunca los abandonen, sean fieles a si mismo y dejen que el mundo se fije.
Siempre hallaran fuerza cuando la gente los critique, nunca se rindan.
Los amo.
No le tengan miedo al éxito.
YAS
miércoles, 7 de abril de 2010
GENTE DE RADIO: Mi pana Rafa.
No se cuantos años mayor que yo, por que de verdad siempre he sido muy malo para eso de llevarle el hilo a las edades de mis amigos, lo que me ha ganado reclamos de mi familia inclusive; pero bien, lo conocí por que llego a casa de mis padres, recién mudados a Acarigua; a vivir un "exilio" obligado por su conducta impropia -digamos así- para un adolescente en aquellos años.
"Un muchacho que no quiere estudiar, bebe cerveza, escucha esa música en ingles mas rara y se la pasa leyendo esos libros que no son escolares, ya no se que hacer". Me imagino estos serian los términos de la conversación de su madre antes de tomar la decisión de enviarlo para Acarigua. "Allá lo pone a trabajar en la radio, a ver si se encarrila".
Ese castigo le abrió las puertas al fantástico mundo que convirtió en su apostolado, en su vida.
Y cuanto de su vida aporto Rafa al medio, cuanto de su talento brindo a la radio, a la comunicación, a la gente que compartió con el labores y a la gente que escucho sus ideas, dichas por otros muchas veces, pero siempre de Rafa.
No puedo, el tiempo no me deja escribir las mil anécdotas, chistes, vacilones, enseñanzas, filosofía de vida, ocurrencias; malos y buenos ejemplos de este hombre al que hoy, una vez más le agradezco me haya permitido ser su condiscípulo y brindado el honor de contarlo entre mis amigos y al que quiero escandalosamente felicitar por haber logrado con honores hace unos días el titulo de Licenciado en comunicación social.
Rafa, tu sabes que el éxito no es hacer bien o muy bien las cosas y tener el reconocimiento de los demás. No es una opinión exterior, es un estado interior. Es la armonía del alma y de sus emociones, que necesita del amor, la familia, la amistad, la autenticidad, la integridad.
Tener verdadero éxito en la vida es: reír mucho y muchas veces; ganar el respeto de personas inteligentes; gozar del cariño de niños; ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; sentir gozo por el éxito de otros, buscar lo mejor en los demás; dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraste; con hijos sanos, un jardín bonito o una persona más feliz; saber que al menos alguien ha vivido mejor gracias a ti.
Tu lo haz hecho pana. Te felicito.
A mi amigo RAFAEL RAMÓN HERNANDEZ.
Licenciado en Comunicación Social de la República Bolivariana de Venezuela.