miércoles, 15 de junio de 2011

Confesión

La vida da muchas vueltas, dice un viejo refrán, y es así.
Las cosas cambian mas rápido de lo que uno espera y los errores o los aciertos pasan la factura tan rápido que cuando te das cuenta estas en el fondo del abismo o en la cima de la cúspide.
En este pequeño espacio de reflexión o confesionario en el que se convierte el blog siempre agradezco a Dios por sus bondades, arrepintiéndome por los errores y los daños que cometí y a las personas a las que he hecho sufrir por x o por y.
Todos tenemos nuestro propio guión, nuestra propia historia y la banda sonora nos transporta a estas reflexiones donde nos balanceamos: cuanto bien, cuanto mal, incluso sabiendo que el mal muchas veces no fue intencional, siempre hay que contarlo para no repetirlo.
Hoy doy gracias a Dios, por que a pesar de todo lo malo que he podido hacer en mi vida, me premio con unos hijos extraordinarios e incluso después de haber sido el mayor patán del show, me premio otra vez y me permitió encontrarme con una mujer extraordinaria e inteligente que  ojala me acompañe hasta mis últimos días.
Y me volvió a premiar.
Hoy vimos por vez primera a nuestro próximo hijo.
Todavía no sabemos si varón o hembra, pero realmente no me importa.
Hoy pasearon por mis ojos la belleza inconmensurable de mis hijos: la bendición mas noble que puede recibir el ser humano.
A ellos he dedicado mi vida y por ellos daría mi vida.
Ademas estoy orgulloso de mis hijos: de Karela, de Ybrahim Alberto, de Emma, y de el (la) que estamos esperando, y estoy seguro que dentro de algunos años, cuando ya no este, podrán reunirse como hermanos y recordar  con orgullo al hombre que dedico su vida a enseñarles siempre a cultivar el respeto y amor por sus semejantes aquel que siempre les decía la frase que acuña una canción del pana Fito: "que el mejor momento aun no vino, esta por llegar."