IMPROVISANDO. La vida es un live session

Comienzo disculpándome y ustedes seguro agradeciendo que tenía más de un año sin escribir por aquí. 

 Estos últimos tiempos han sido difíciles, en lo colectivo y en lo personal más duro aun. No sé qué paso, ni como, pero un buen día se termino lo que mantuvimos por más de 15 años y bueno se pueden imaginar lo difícil de asimilar, pero que enfrento con las herramientas que me permite lo imprevisto: la inteligencia y ya. 

 

Me refugio en mi actividad, en mi acción diaria de comunicar, de atender el quehacer que me permite mantener el interés y atención para alcanzar los objetivos que cualquiera con sentido de responsabilidad tiene, para continuar aportando lo mejor para culminar la preparación intelectual y espiritual de mis hijos y seguir viviendo para ayudar desde mi humilde trinchera a formar una mejor sociedad libre y prospera, no sobreviviendo como le escucho a algunos, yo no sobrevivo, VIVO. 

 

A mis tantos años trato de hacer lo mejor para seguir un largo tiempo más activo y con la vitalidad que me permita lograr el compromiso.

 

Realmente me senté a escribirle una carta a mis dos hijos menores, con los que a diferencia de los mayores mantengo una comunicación constante por la cercanía, y con la excusa de que los organizadores del campamento donde pasan dos semanas de vacaciones lo pidieron, están allí sin teléfono (Alabado sea Dios), y sabemos de ellos por imágenes que a diario publica la organización que maneja la actividad, por lo que la epistola será un bonito momento de encuentro. Unas palabras y expresiones a cada uno para recordarles cuanto los amo y los extraño, y que a la vez sin que lo sepan me esta preparando para el futuro inmediato.

"La vida no vale nada sin luchar" y en eso me he esforzado siempre, eso es lo que  inculque a mis hijos de sangra y a los hijos que Dios me puso en el camino, y en estos últimos tiempos escuchando a Edgar Eduardo en esas largas conversaciones y videos llamadas de larga distancia, hablándome de su esfuerzo, orgullo y satisfacción por los éxitos de sus hijas, me hacen sentir honrado de haber aportado un granito de arena para ayudar a construir hombres de buena voluntad, porque siempre recuerdo en mis pensamientos una frase que leí en algún libro o en algún otro sitio, que lo que debe llenar a un hombre de orgullo por encima de cualquier cosa es "saber que crio hombres y mujeres de buena voluntad y espíritus libres y bondadosos".

Reconozco el dolor y pena que siento por la separación en la comunicación con alguno de ellos, y la vergüenza al mentir cuando alguien me pregunta ¿cómo esta? y miento con profundo dolor al responder.

"No tengo nada que olvidar de mi pasado, por eso espero que el olvido no se olvide de quién fui"

Estas frases de Sabina las comparto plenamente. Escribo esto mientras en los audífonos suena su música en una ecléctica playlist que me transporta a tantos momentos de mi vida, algunos con recuerdos ni para horario supervisado y otros aptos para todo público, pero que exalto con el orgullo del tipo que en su tráiler de presentación ni siquiera una infracción de transito tiene, porque Dios siempre estuvo atento cuando el Diablo tentaba.

"Siempre he querido envejecer sin dignidad, aunque al fusil ya no le quede ni un cartucho"

 Siempre es un buen momento para disculparse con los que les infringí alguna afrenta, porque la torpeza e idiotez eventualmente estuvieron presentes en mi, por más que traté de evitarlo. Tengo varios borradores con recuerdos y situaciones que viví a lo largo de estos años con nombres y señas de con quienes construí esta serie que ya casi tiene 70 capítulos, y "Cuando la luna se esconda y guarden luto las estrellas para no verme sufrir" estas líneas contaran esta historia.-

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