EL SANTANAZO
DE VENEZUELA DURANTE LOS
Por José Francisco Couri Lopez.
Edicion: YAS
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Luego lo sometí a la consideración de la dirección nacional de AD y el respectivo comando de campaña, después de numerosas reuniones fue improbado más que todo por la presión ejercida en contra por Diego Arria, quien gozaba de una gran influencia sobre el Candidato.
| Boleto |
Fueron muchos los encuentros sostenidos en la sede de CAUSA COMÚN, la organización política fundada por Arria, en las Mercedes en las que éste intervenía en contra del evento utilizando argumentos relacionados con el consumo de Marihuana, recuerdo que casi siempre le contradecían Fito Mondolfi y otros dirigentes de esta organización. Finalmente quedó demostrado que Arria tenía la razón.
Constituí la empresa PRODUCCIONES COLOR S.A. y procedí a buscar el financiamiento para la producción del mega festival, el cual sumaba aproximadamente setecientos cincuenta mil US dólares (750.000,00 USD), entre las fuentes se encontraban mi padre José Couri Torbay y el banco de Venezuela cuyo presidente era Carmelo Lauría quien sería nombrado ministro de fomento en el primer gabinete del presidente Pérez, entre otros.
La plaza estaba llena a más no poder, incluyendo la arena, la gente se coleó a placer por falta de control, la policía de Carabobo no hizo acto de presencia y nuestro equipo de control de multitudes no pudo hacer mayor cosa. Sin embargo, a pesar de tal desorden y descontrol terminamos por controlarla, sobre todo por las intervenciones frecuentes de los dos presentadores los recordados Plácido Garrido y Alfredo Escalante.
Excepto por el incidente de las “PALOMAS“, bautizado así porque fue protagonizado por dos jóvenes, con sus caras pintadas, quienes se lanzaron desde las gradas más altas al vacío cayendo sobre algunos asistentes que se ubicaban en el área del ruedo muriendo al instante. Pero nos queda una reflexión: sólo dos muertos entre la mayor asistencia registrada en esa monumental, no faltó quien se lo atribuyera al consumo de drogas, pero imaginemos si bajo unas circunstancias similares en una corrida de toros ¿Cuánto habría sido el saldo fatal? bajo los efectos de la ingesta alcohólica que tan usual es en esos eventos taurinos. Ahí nos quedó eso.
Pero quizá la vicisitud más difícil de solventar se presenta cuando el manager de la banda nos dijo que pararía la música si no se les suministra hielo que se había derretido debido a la larga espera para arrancar. Salí con Luís Contreras Saldivia a todo dar a buscar el bendito bien, en la plaza no conseguimos nada. Tuvimos que caminar todos los alrededores fuera, donde se habían asentado un sinnúmero de kioscos ambulantes y por fin “eureka” lo encontramos, pagamos y salimos a la mayor prisa llegamos quince minutos después a la tarima, la música se había parado. Luego de refrescarse los músicos comenzaron a interpretar su repertorio y todo se hizo normal. Desde una óptica artística el concierto estuvo casi a la perfección, a todos, especialmente a la concurrencia la dejó altamente satisfecha.
Me perturbaba la situación que se estaba experimentando en el universitario de la capital, donde teníamos un grave problema la tarima había sido instalada cincuenta centímetros por debajo del mínimo establecido contractualmente: dos metros. Era imposible alcanzarla por razones técnicas, la unidad militar responsable no podía hacer más y nos arriesgábamos a tener que cancelar el evento, Lo que hubiera sido catastrófico. Me mantenía en contacto permanente con el equipo nuestro encargado de todas las actividades en el lugar, dirigido por Ramón Parada Noveli, quien era muy amigo del teniente coronel Cheché Bustamante jefe de la misma quien se había arriesgado prestando su ayuda, prácticamente de modo clandestino, era la única alternativa de que disponíamos ya que todas las empresas contactadas para ser contratadas se negaron porque dentro del recinto universitario significaba problemas de orden; este fue la primera vez que los militares entraron al recinto de la ciudad universitario de forma pacífica.
Arribamos a Caracas casi a la medianoche al hotel Altamira Suites, algunos se fueron a descansar entre estos Carlos y Michael. Chepito, león y el resto a rumbear se ha dicho, en diferentes habitaciones había varias grupies y otras personalidades asistentes entre ellas Plácido, Alfredo, Argenis Azuaje y tantas más.
Yo me fui a descansar más temprano porque en mi mente permanecía alojado el pensamiento del problema que teníamos con la tarima. Patrick Stansfield y otros junto conmigo salimos al estadio a la nueve de la mañana para encarar el asunto. Patrick era una persona altamente profesional y muy ceñida a las normas y reglas imperante en su negocio: la producción de conciertos de rock, pero se podía lograr que pasara una situación como ésta contraria a lo establecido en el contrato. Ya sobre el mismo terreno le explicamos las consideraciones y circunstancias que habían prevalecido para llegar hasta acá, colocados fuera de la cobertura contractual, él lo entendió y después de ciertas consultas telefónicas nos dio el visto bueno para realizar el espectáculo siempre y cuando colocáramos doce agentes de seguridad sobre la tarima para así rechazar los intentos del público por escalar la misma.
El grupo se sintió muy motivado por la retroalimentación mostrada por los asistentes que les regaló una media hora más de actuación. El público se sintió muy satisfecho con el performance de Santana. Había finalizado lo que fue el comienzo de la primera gira de Santana por Suramérica.
Para nosotros terminó con un saldo económico muy por debajo del esperado, sin embargo, los resultados fueron de una ganancia mínima.
Quiero agradecer de todo corazón, aunque algo tarde, la colaboración recibida de los voluntarios a lo largo del proceso completo que duró varias semanas para producir El Santanazo.
Parte de la misma historia en otros terminos, igual escritas por Jose 50 años despues.
El jueves aterrizó el avión de SANTANA en el aeropuerto de La Chinita cargado con toneladas de equipos de sonido, iluminación, instrumentos y, por supuesto los músicos y personal de seguridad y administrativo. Existía la duda de que si los dejarían ingresar al país puesto que se comentaba que el gobierno rechazaría el ingreso, tal y como había sucedido en el Perú meses antes. Pero todo fluyó normalmente. El viernes se realizó el primer concierto. La plaza de toros de Maracaibo fue el escenario, había mucha tensión antes y durante el evento debido a que la Guardia Nacional” pegaba” y requisaba con cierta violencia a todos aquellos que intentaban ingresar, hubo muchos que en virtud de esto se retiraban para evadir el control y prefirieron escuchar la música desde la cercanía.
La compensación nacional estuvo a cargo de GUACO que impresionó a los músicos por sus furrucos, tanto que Michael Shrieve, el baterista, me pidió el favor que le consiguiera dos, cosa que hice y se los entregué en su casa en San Francisco, California tres meses después. Para recibirlos Michael organizó un “jamming session”. Al rato ya los hacían sonar él y otros músicos, este fue el motivo de diversión de la reunión. Volviendo al concierto, en la mitad de este se produjo un fuerte desencuentro ente Carlos y Chepito Arias, el percusionista, lo cual se tradujo en un final intempestivo dentro del mayor disimulo posible, se cruzaron frases ofensivas y groseras. Sólo tocaron alrededor de una hora, cuando lo establecido en el contrato eran dos horas mínimo.
Después del fracaso musical del día anterior, arribamos al aeropuerto de Puerto Cabello debido a que el avión de SANTANA era demasiado grande, un cuatrimotor, para aterrizar en Valencia, donde la Guardia Nacional no nos dejaba partir en el autobús; además también querían llevar a cabo una requisa como si se tratara de un vuelo proveniente del exterior.
Después de perder casi dos horas pudimos salir disparados hacia Valencia, unos hacia la plaza m onumental de toros y otros hacia el hotel Intercontinental. La instalación de los equipos estuvo terminada a casi la hora del comienzo. Aquello nos produjo estrés del bueno a todos los responsables de producir el concierto. Cuando llegamos en el autobús a los alrededores de la plaza monumental vimos como aquello estaba abarrotado de vehículos y gente constituyendo un caos absoluto, nos tomó sobre una hora atravesarlo, gracias a una unidad de motorizados voluntarios que iba adelante abriendo paso, llegamos a destino y para acceder a los vestuarios fue casi imposible, una vez dentro tuvimos la oportunidad de conversar con Carlos y Chepito sobre el incidente del día anterior y prometieron y quedaron que no se repetiría algo similar.
Los dos grupos de compensación nacional se
pugnaban por el orden de actuación, tuve que intervenir y establecerlo. Una de
las peores sensaciones que experimenté fue cuando el público derribó las rejas
y los portones pudiendo colarse una buena parte de los asistentes, sin pagar,
asunto que puso patas arriba el resultado económico. Aquella monumental estaba
llena a reventar incluyendo el ruedo. Un espectáculo alucinante, se podía
divisar a toda clase de personajes. Destacándose dos vestidos y maquillados
como palomas. Cuál sería mi sorpresa que en pleno concierto con SANTANA a la máxima expresión, vi a los dos, tomados de las manos, lanzarse al vacío desde el último nivel y caer para morir instantáneamente.
Paíto Estopiñan como si la música tuviera una filiación política determinada, semanas después le salió el tiro por la culata al perder por amplia votación su candidato presidencial en el estado.
Llegamos a Caracas aproximadamente a las diez, nos hospedamos en el hotel Altamira Suites, había llegado el momento de celebrar y así lo hicimos tomando algunas copas unos y otros haciendo cualquier otra cosa o sencillamente participando de la conversación. Algunos nos fuimos a la cama temprano y otros prosiguieron hasta el amanecer.
Muy temprano del domingo desayuné con Ramón Parada N y Argenis Azuaje, ambos principales hombres en Caracas para producir el concierto en el estadio de beisbol de la ciudad universitaria, Ramón estaba a cargo de los asuntos generales y Argenis de la seguridad. Luego nos marchamos al estadio en compañía de Patrick Stanfield, gerente de ruta del grupo. Pasamos revista y todo nos resultó satisfactorio sólo con ciertos detalles por corregir y en cuanto al montaje de la tarima, labor encomendada a Ingeniería Militar, por la buena amistad existente entre Ramón y el comandante José Bustamante. Patrick, al medir la altura obtuvo 1,50 metros, lo cual estaba por debajo de los dos metros, como mínimo, exigidos por la banda, no pudimos hacer nada al respecto y lo convencimos de que permitiera la realización del concierto.
Esto significaba
que no sería difícil para cualquier espectador acceder a la tarima. Se nos
presentaba otro problema en la seguridad teníamos que reforzar el número de
miembros de este sobre la tarima. Prestamos especial atención a los métodos de
control de multitudes en práctica, sobre todo después de lo sucedido en
Valencia. Pero todo salió bien en este sentido porque tuvimos la colaboración
de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana. El descontrol se produjo
fuera del estadio, específicamente sobre el puente que une a Bello Monte con la
zona alrededor del estadio, donde una numerosa multitud se movía hacia éste y
antes de llegar al mismo era interceptada por los agentes del orden público,
acción que se repetía sin cesar. EL comandante del operativo en todo el recinto
era un capitán de la Guardia Nacional muy atento y amable quien me invitó a
acompañarlo para mostrarme en los baños la gran cantidad de marihuana
decomisada. Era increíble ver tanto monte junto.En cuanto a la música la banda interpretó una mezcla favorable a las canciones que le habían hecho famosa desde Woodstock, dejando en minoría aquellas de influencia hindú, incorporadas por Carlos a raíz de su reciente estadía en la India, las cuales no gustaban mucho a nuestro público.
Le insisti mucho a Jose para que escribiera esta historia que representa el primer gran evento nacional de Rock en el pais y por que amamos este pais y aportamos cada uno desde nuetra trichera a hacerlo grande y por que siempre me apaiono la musica y ese año apenas llegaba a los 16 años pero estuve alli, en primera linea, como tambien en Blood, Sweet & Tears, Rare Earth y unos cuntos mas.
Gracias por leerla y formar parte de esta historia,
Larga vida al R&R
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| De Jose Francisco Couri Lopez 2023 |
Al final del concierto Carlos y Chepito se marcharon al hotel en el vehículo de Ramón conducido por él mismo y dentro de la conversación allí desarrollada Chepito comentó “ yo creía que Carlos era un mago de la música pero resultó ser su Dios “ seguro refiriéndose al episodio de Maracaibo en el cual Chepito quiso hacerle perder el control pero no pudo.



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Excelente Relato...
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