¡ Deténgase a la derecha!

Era una de esas madrugadas donde el cielo parece quebrarse sobre nuestras cabezas con truenos, rayos y un torrencial aguacero la que servia de decorado a Ramón Coromoto, despierto y listo desde muy temprano para ese lunes cumplir con su deber de ciudadano y como siempre lo ha hecho, con la ley.

Coromoto es un hombre trabajador, ya son mas de 25 años dedicados sin macula a conducir, no solo la vida de su familia, si no el vehículo convertido en sustento de su esposa y tres hijos; gracias a aquel viejo Italiano Muzio Mercuri que lo empleo y después lo convirtió en propietario de su propia gandola.
Serio, puntual y muy responsables son los conceptos de quienes han realizado jornadas con el, o la han contratado para transportar su carga a cualquier parte del país.

Esa mañana no debía mover su Gandola hacia la montaña, como lo hace frecuentemente en sus viajes a los Andes venezolanos, ni moverse hacia ningún puerto del país, hoy el asunto no era cargar o descargar, la diligencia era mas importante. tan importante que ya le había costado mas de tres semanas de inconvenientes e infructuosa espera.

¡Llego el taxi!
La lluvia era inclemente, muy mojado entro a su destino; dos o tres personas primero que el y unas cincuenta antes del alba ya habían formado fila para lograr el objetivo. Solo 18 lo lograron, el resto para otro día.

De regreso en el taxi le comenta al conductor lo afortunado que ha sido hoy al lograr el objetivo que se había trazado y ambos comparten una serie de opiniones que siempre rememoran mejores tiempos y menos dificultades; y surgen las reflexiones que muestran el desencanto y cantos que celebran tiempos mejores en devenir.

Ya rodando hacia su destino y sobre el asfalto caliente de la autopista; la vista desde la cabina de su Mack le muestra la unión del llano y la montaña, la entrega del horizonte a la verticalidad, el poder de toda la magia de nuestra naturaleza retratada en matices de claros y azules cielos que componen una sinfonia estetica del paisaje mas hermoso de su país; que lo inspiran y le hacen sentir su amor y entender el por que quiere y desea lo mejor para esta tierra que ama y a la cual un día se unirá.

-Ramón Coromoto -se critica en voz alta mientras tocando su cartera- tres semanas sin disfrutar de esto chico; y mirando el paisaje dice: todo por sacar el Certificado Medico de Conducir.