viernes, 21 de agosto de 2009

Hay que sanar los males

“Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.”Abraham Lincoln

“He dicho muchas veces que la política es la segunda profesión más baja, y me he dado cuenta de que guarda una estrecha similitud con la primera”.

Estas palabras de un ex presidente americano me sirve de inicio a este comentario que hoy hago público a propósito de todas la bajezas que practican algunos dirigentes de los partidos de oposición en nuestro estado.

Con el respeto que se merecen, les agradezco mucho a Iván Colmenares y a Gustavo Núñez por motivarme a escribir, no para ellos; sino para nosotros los ciudadanos que trabajamos y luchamos a diario por dejarles un mejor país a nuestros hijos.

Cada día veo más difícil el cambio que pueda superar la situación política en nuestro estado y en nuestro país, con dirigentes como estos, que dicen representar de alguna manera a ciertos sectores de la población, pero en realidad no se representan ni a ellos mismos.

En este estado todos nos conocemos y sabemos de la influencia y el liderazgo que algunas personas pueden ejercer en nuestra sociedad, y lamento decirles sin ánimo, ni intención de ofenderles, que en la calle se escucha que los "jefes" de los partidos no tienen ninguna influencia en la gente, ustedes no son lideres de nadie y representan solo y exclusivamente sus intereses personales. Nadie en el pueblo confía en ustedes como sus representantes políticos, la gente no se siente identificada, ni representada por ninguno de ustedes; ni por quienes se han autodenominados lideres y representantes de los partidos de oposición; les repito esto es lo que dicen la mayoría de los ciudadanos de este estado; que a ustedes les moleste, les entiendo y de verdad lo lamento.

Si Iván tuvo su momento, Gustavo nunca lo supo aprovechar.

A Iván, se le reconoce como la voz más valiente de la oposición en el estado. El único que ha enfrentado abiertamente los abusos de este gobierno; sin analizar su actuación como gobernante, que para algunos fue buena y para muchos mala.

A Núñez, de verdad nunca se le ha visto como líder, porque nunca lo ha sido. Un toque de suerte y ausencia de activistas capaces, lo llevo al cargo que ostenta en su partido, o en lo poco que queda de éste, y un vocabulario poco inteligente y casi siempre tan vulgar como el que critica del presidente Chávez, es su mejor característica comunicacional.

Cuando uno escucha a los jóvenes estudiantes, amas de casas, nuevos profesionales, trabajadores y a mucha gente en la calle, se pregunta dónde viven estos jefes de estos partidos, que no se han enterado del extraordinario rechazo y molestia que representan para la mayoría de los venezolanos, que no se ven representados por estos señores y que sienten que sus esperanzas de un cambio en el país, no se lograrán con gente como ellos al frente. Son necesarios, son útiles, pero ya no al frente.

Recapaciten, espero que estas líneas no pongan fin al respeto y amistad que les profeso; además no me pertenecen, me canso de escucharlas a diario en la calle; la gente no cree que ustedes sean los indicados para liderar el cambio, pero su experiencia y capacidad junto a la de los demás sectores y sobre un único riel; permitiría a la mayoría de los venezolanos, el sueño de construir un mejor país.

Denle paso a otras mentes, háganse grandes, trasciendan y permitan que otros puedan aprovechar el espacio donde ustedes ya actuaron. Hagan suyas las palabras del Poeta y Prosista español Antonio Machado: “En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.”

Mis respetos.

YAS

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